miércoles, 28 de octubre de 2009

Tú, yo y nosotros

Llevo un par de días melancólica...

Tengo claro que no quiero que me gustes más de la cuenta, no quiero enamorarme de ti y cada día me lo pones más y más fácil. Fácil para ti porque casi no haces nada y difícil para mí que tengo que andar controlándome cada dos por tres (Tengo que ser mucho más fría)

Tú no evitas el ser como eres, no puedes dejar de serlo y yo no te pido que lo cambies. Sin embargo, tu no paras de decirme que no mire tanto por ti, que no sea atenta y que no tenga tantos detalles.


Está todo tan lleno de "noes" en esto que tenemos... No queremos estar con nadie (entendiendo que significa eso), no queremos más atención de la necesaria, no queremos atadura alguna ya que siempre recalcas el dejar las puertas abiertas. En definitiva, no queremos enamorarnos y que nos hagan o hacer daño.

En cambio, no paro de encontrar "síes" donde quiera que mire. Sí que queremos cariño, sí (aunque lo niegue) cada día ocupas un poquito más en el espacio de mis pensamientos, sí que agotamos todo el tiempo que tenemos libre para estar el uno con el otro, sí que me emociono cuando veo que tú te emocionas por algo y me muestras lo feliz que estás, sí que tenemos miedo a no poder controlarnos...



En realidad sé que no estoy enamorada de ti, ni mucho menos. Pero sé que no vamos por mal camino. Me cuidas, quieras que no, lo haces. Y cuando la otra noche me dijiste que lo único que me pasaba es que estaba falta de cariño, agradecí tener mi cara lejos de la tuya escondiéndose entre la penumbra, porque hice mil esfuerzos para no responderte que todo eso que echaba en falta me lo estás dando tú.


Estoy bien y tranquila. Sobre todo porque eres distinto. No eres nada él. Eres tan sumamente diferente que ya sólo por eso, me inspiras una confianza que hacía tiempo no encontraba.
Me gusta estar contigo y un dato importante y a tener en cuenta es que cuando estamos juntos, me das la calma que tanto ansío.

Me da igual si en un futuro se cruzan otras y si te planteas abrir tus puertas para regalarles un poquito de lo que hoy en día me das. Me da igual que me recuerdes cada dos por tres que puedes hacerme daño. Me da igual porque contigo es vivir el día a día y porque ante todo, lo que más valoro de tí es tu amistad.

No hay comentarios: