viernes, 16 de octubre de 2009

Fácil a la vez que complicado

No me puedo dejar llevar, no es lícito que me permita semejante lujo después de todo lo ya vivido. He pasado mucho, demasiado quizás, y necesito descansar.

Temo volver a entrar en esa espiral de miedo y descontrol sobre mi misma. Sé que no tengo porque temer, sé que no hay "nada" pero también sé que aunque hayamos quedado en eso, yo no mando en mi. Ni siquiera eso, no soy dueña ni de mis sentimientos y ojalá fuera capaz de decidir.

Dejarse llevar es lo más cómodo.
Dejarse llevar es lo más peligroso...



¿Cómo digo que no? ¿Cómo aprendo a no pensar en ti? No sé como hacerme más fuerte e insensible y eso es algo que no paras de pedirme desde que esto empezó.

Dices que me estás cogiendo cariño y que eso es un problema. Por primera vez, hoy lo veo igual que tu. No me apetece pasarlo mal, no creo que me lo merezca. Sin embargo, no sé que hacer para pararlo, soy demasiado cobarde para cortarlo ya. Ni quiero, ni me atrevo.

Eso sí, no me pidas que no te cuide porque eso es algo que no puedo evitar, porque aunque no lo creas, ante todo me inspiras ternura. Estoy muy agusto contigo y hacía mucho tiempo que no me sentía así. No quiero que me malinterpretes, porque ante todo es tranquilidad lo que siento, porque sé que contigo no tienen cabida las falsas ilusiones y las mentiras, aún con las consecuencias que eso mismo me pueda traer...

Yo también te estoy cogiendo cariño y si a ti te da miedo... a mi me da pánico. Sin embargo, no sé porqué espero que sea diferente. Ojalá pase un milagro.

No hay comentarios: