Llevo días con la sensación de que se le puede escapar en cualquier momento. Lo noto y la sola idea me paraliza.
Que te digan "Te quiero" es algo que, a día de hoy y sobre todo para mí, tiene varias interpretaciones. Como soy una escéptica en esto del amor, casi todo lo que vaya de la mano del romanticismo me provoca la risa.
No es que no sea romántica, es que ya no me fío. Esas dos palabras son algo muy serio. Sin ir más lejos, yo sólo lo he dicho en dos relaciones (de tres que se pueden contar como serias aunque la última no estuviera muy bien definida). Así que con quien único me permito el lujo de repetirlo con frecuencia es con mi relación más estable, Ana.
Para mí hay dos tipos de te quiero bien diferenciados entre sí. Están el "te quiero" clásico y con aspiraciones románticas de toda la vida y el "te quiero mucho" que más bien lo que te deja es sin respiración para los restos. ¡¿Mucho?! Vamos, eso no se hace. No hay peor coletilla en el mundo cuando una persona que te gusta de verdad, añade ese "mucho" al final (Ey! Que te tengo cariño... Como a mi perro!)

Este último año he estado esperando esas dos palabras como una loca y lo único que he conseguido es, sin saber bien a base de qué y cómo, no volverme loca. Al final ya es que lo asumes y dejas de soñar.
Sin embargo ahora lo temo. Supongo que porque no siento que te quiero, porque aunque piense que eres el más indicado no eres el soñado y sobre todo porque se me quedaría esa cara de idiota de cuando no sé que decir...
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