miércoles, 13 de mayo de 2009

¡Máximo podeeer!

"Tengo una cosita aquí... que es mi máximo podeeer!" Jajaja esta frase es de una atracción a la que me subí hace no mucho con mis amigas y al ver la foto ¡no pude evitar pensar en ella!
Las mujeres controlamos a los hombres... Ellos por naturaleza son infieles pero yo creo, y cada vez más, que por culpa de nuestro (mmm ¿cómo llamarlo?) "botoncito mágico".
Hace no mucho salió un estudio en el que se demuestra que determinados hombres son infieles porque no pueden evitarlo, debido a un gen "alelo 334". Es por esto que no les basta con una sola mujer y tienen que andar por ahí de falda en falda.

Esta noticia se sumará a las miles de excusas que tienen los infieles para salir airosos en muchas de las ocasiones, ahora además del alcohol, el enfado, la típica bronca con sus parejas o la debilidad ante las insinuaciones femeninas, el gen alelo 334 será el nuevo culpable de muchos cuernos.
Así que queridas mías, estad atentas y ¡no os dejéis embaucar!
Para seguir con el tema de nuestro "botoncito mágico" he de comentar el porque la mayoría de las mujeres, cuando un hombre nos es infiel, nos empeñamos en echarle la culpa a la otra. En vez de apoyarnos unas a otras (que tampoco digo de hacernos íntimas) y desenmascarar al culpable, NO, nos enfuscamos y solo vemos la manera de poder acabar con la tentación, culpable del fracaso de tu relación.

Es él quien tiene una relación contigo, un compromiso y por lo tanto un respeto que darte. No digo que no haya lagartas por ahí que, aún sabiendo que el susodicho en cuestión tiene pareja, se lanzen a sus cuellos sin importarle lo más mínimo pero... ahí la culpa la sigue teniendo él. Que ella será de lo peor pero anda que él ¡es para echarle de comer aparte!



Y luego querrán que sus novias sigan ahí, como si nada, tranquilitas en casa, durmiendo y pensando en lo felices que son juntos. Mentira todo! Él se desfoga por ahí y tu tan contenta, ignorando la cruda realidad y guardándole fidelidad absoluta. Si es que...


Quitando lo del gen de las narices, es muy fuerte que también tengamos que luchar contra nosotras mismas. Que entre ellos no se lo hacen y eso que sabemos lo cortitos que pueden llegar a ser pero, en realidad, sabemos que en el tema de la amistad, unos colegas de verdad jamás se harían eso.

Ahí hemos de quitarnos el sombrero porque nosotras nos comportamos como verdaderas víboras si podemos, conscientes de nuestro "poder" el cual usamos aún sabiendo que jugamos con fuego...

No hay comentarios: