lunes, 17 de mayo de 2010

Y de repente, otra vez

Tardes que caen y mañanas que tropiezan...

"Ojalá y te me borraras de mis sueños
y poder desdibujarte
Ojalá y pudiera ahogarte en un charco
lleno de rosas de amor

Ojalá y se me olvidara hasta tu nombre
ahogarlo dentro del mar
Ojalá y que tu sonrisa de verano
se pudiera ya borrar
Ojalá y te me borraras para siempre
de mi vida para no volverte a ver..."

No te culpo. El problema soy yo, todo sigue y nada cambia. Creo que el universo es demasiado complicado y no sé si esto es realmente lo que tiene preparado para mí. Es como un puzzle de mil piezas idénticas dónde la única que no encaja es la que me empeño en sostener.
Es normal entonces que intente alejarme de ti.


Lo intento, créeme que sí, pero hay una fuerza que me impulsa inevitablemente a saber de ti y una necesidad estúpida de recordarte constantemente ¿es qué acaso se alinean los planetas en mi contra?

El problema no es que nos hayamos distanciado, el problema es que tú no compartes mi interés por estar lejos de ti.
Lo necesito. Me lo debes...

Lo peor es que llegué a creer que todo esto estaba más que superado, pero no. De repente llegas otra vez y casi sin esfuerzo alguno, haces que me derrumbe de nuevo.
No tenerte y pensar en ti estos días se convierte en un delirio casi inaguantable. No soporto saber que no me quieres como yo a tí. Porque yo, aun después de todo, de las humillaciones, del fracaso, de las lágrimas y las mentiras... aun te quiero. Lo siento muy dentro.

Hoy volví a leer tu carta, esa que me escribiste hace 2 años. Me pedías perdón por hacerme llorar pero también me pedías que ojalá te quisiera siempre.
Ya te perdoné en su momento, el problema es que la que no se perdona por seguir sintiendo todo esto, soy yo.
Déjame y ayúdame a olvidarte de una vez, porque seguir así es imposible... No puedo.