sábado, 6 de diciembre de 2008

Un amigo

"No es necesario que sea hombre, basta que sea humano, basta que tenga sentimientos, basta que tenga corazón.

Se necesita que sepa hablar y callar, sobre todo que sepa escuchar.
Tiene que gustar de la poesía, de la madrugada, de los pájaros, del Sol, de la Luna, del canto, de los vientos y de las canciones de la brisa.
Debe tener amor, un gran amor por alguien, o sentir entonces, la falta de no tener ese amor. Se busca un amigo para gustar de los mismos gustos, que se conmueva cuando es tratado de amigo.

Que sepa conversar de cosas simples, de lloviznas, y de grandes lluvias y de los recuerdos de la infancia.

No es necesario que sea de primera mano, ni es imprescindible que sea de segunda mano. Puede haber sido engañado, pues todos los amigos son engañados. No es necesario que sea puro, ni que sea totalmente impuro, pero no debe ser vulgar.

Debe tener un ideal, y miedo de perderlo y, en caso de no ser así, debe sentir el gran vacío que esto deja. Tiene que tener resonancias humanas, su principal objetivo debe ser el del amigo.

Debe sentir pena por las personas tristes y comprender el inmenso vacío de los solitarios.
Debe gustar de los niños y sentir lástima por los que no pudieron nacer.
Se precisa un amigo para no enloquecer, para contar lo que se vio de bello y de triste durante el día, de los anhelos y de las realizaciones, de los sueños y de la realidad. Debe gustar de las calles desiertas, de los charcos de agua y los caminos mojados, del borde de la calle, del bosque después de la lluvia, de acostarse en el pasto.

Se precisa un amigo que diga que vale la pena vivir, no sólo porque la vida es bella. Se necesita un amigo para dejar de llorar. Para no vivir de cara al pasado, en busca de memorias perdidas.

Que nos palmee los hombros, sonriendo o llorando, pero que nos llame amigo, para tener la conciencia de que aún se vive".

Vinicius de Moraes

Harta

Estoy harta de tantas cosas...
Harta de que la gente me pida explicaciones cuando no tienen porqué, harta de que me venga un amigo, que con el tiempo se ha vuelto más en un simple conocido, a reclamarme una atención que jamás he visto por su parte y harta de llorar cuando sé que no debo, pero sobre todo: HARTA de estar harta.

Acabo de resoplar, no aguanto llegar a ese extremo, me siento agotada... ¿Es que acaso la gente no sabe mirar más allá de su ombligo? Ya me he pegado demasiado mirando al de otros, haciendo caso omiso del mío, como para que ahora encima me reclamen más atención ¡Venga ya hombre! Si es que logran indignarme...


Menos mal que mientras escribo ésto me calmo, es lo que tengo, que siempre a los 5 minutos consigo tranquilizarme. Me jode pero como si nada, yo a mi ritmo.
Me he dado cuenta que con ésto de escribir me desahogo bastante, es más, le estoy ahorrando trabajo a más de un psicoanalista.

En fin, ya por último decir que si yo intento siempre decir las cosas con la mayor delicadeza y tacto posible para no herir los sentimientos de la gente ¿porqué hay gente que ni siquiera se molesta en intentarlo? Que si uno lo hace no es por amor al arte, es por considerado, así que mínimo haz un leve esfuerzo y compórtate con los demás como te gustaría que se comportasen contigo ¿no?. Vamos, que eso pienso yo y vale que sea extremadamente sensible pero sin duda así sería todo muchísimo más fácil.